El soliloquio laborioso de una mente cuando tiene ante si una copa de un buen vino puede llegar a ser amplio y evocador. Hoy escribo estas líneas al amparo del abrasador calor madrileño de estos días, con una copa de vino, monovarietal de Godello, refrescante y bañado de historia, de Monterrei, una región vitivinícola que si bien no obtuvo la categoría de DOP hasta el año 1994 tiene a sus espaldas siglos de historia ligada a la vid.
