Hoy escribo con el brío que despierta en mi “vinalogar” y el mundo del vino, pero desde el hartazgo pandémico que se extiende y condena nuestro día a día y cualquier intento de planificación que insufle alegrías en nuestro corto y mediano plazo.
Hoy escribo con el brío que despierta en mi “vinalogar” y el mundo del vino, pero desde el hartazgo pandémico que se extiende y condena nuestro día a día y cualquier intento de planificación que insufle alegrías en nuestro corto y mediano plazo.